Entre el 54 y el 60 por ciento de los empleos registrados en México son informales y con ello los trabajadores no tienen acceso a muchos beneficios, como los servicios de salud, seguridad, vivienda, cesantía y vejez, permiso de maternidad o paternidad, a una afore, ni derecho a vacaciones, observó el empresario Jesús Iván Hernández Calderón.
El presidente de la Comisión de Empleo, de la Alianza para el Desarrollo y Competitividad de las Empresas (ADECEM), expresó también que de acuerdo a las cifras reciente que se dieron a conocer en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del 2023, que realiza el Instituto Nacional de Geografía y Estadística, se informa que la tasa de desempleo se encuentra en cifras récord a la baja, que es el 2.68 por ciento.
Sin embargo, precisó, también se reconoce que de los 500 mil nuevos empleos registrados en junio, más del 95 por ciento fueron informales.
Con las mismas cifras del INEGI, añadió, se deriva que cerca de 30.6 millones de trabajadores en México no tienen las condiciones necesarias de salud de seguridad de vivienda, cesantía, vejez, permisos de maternidad o paternidad etcétera, a pesar de que dichas condiciones son vitales para el bienestar de un país.
Lamentó que en México sea más elevado el número de empleos informales que el de los empleos formales, pues ello implica que el IMSS no tiene ingresos suficientes para darle a toda la clase trabajadora la atención que se merece.
Pero lo que resalta, remarcó, es que cuando se habla de empleos informales se refiere a que los trabajadores y trabajadoras contratadas no están registradas ante el IMSS.
Jesús Iván explicó que la importancia de tener empresas formales y empleos formales es que en ambos casos se pagan impuestos y ayudan a que el Gobierno Federal tenga recursos para sacar adelante sus programas.
En el caso de un trabajador formal que gana un salario mínimo, indicó, paga cada año 6 mil 250 pesos en impuestos al gobierno federal.
La empresa que contrata a ese trabajador formal, añadió, también paga al gobierno federal un equivalente al 25 por ciento del sueldo que recibe aquél, más un 3.0 por ciento del Impuesto Sobre Nómina.
Adicionalmente, precisó, esa empresa paga el Impuesto Sobre la Renta, además de las aportaciones patronales al IMSS e Infonavit de ese trabajador formal, a lo cual hay que añadir el pago de aguinaldo y reparto de utilidades.
Si se suma lo que aportan ese trabajador y la empresa, añadió, cada año le pagan al Gobierno Federal 28 mil 428 pesos.
“Si consideramos entonces que existen cerca de 30 millones de trabajadores formales, lo que éstos y sus empresas aportan al Gobierno Federal cada año es cerca de un billón de pesos”, consideró.
Por todo lo anterior, el presidente de la Comisión del Empleo, de ADECEM, se pronunció por impulsar políticas públicas que permitan que las empresas informales que hay en el país, con sus correspondientes empleos informales, pasen a la formalidad.
Esta demanda, explicó, es porque las empresas que son formales y que sí pagan los impuestos señalados, se enfrentan en condiciones desfavorables a las empresas no formales, pues éstas últimas pueden ofrecer sus productos o servicios a precios menores, precisamente por no pagar los impuestos que deben pagar.