Con datos de los CE2014 del INEGI se generaron tres monografías: el sector comercio, la industria manufacturera y la industria restaurantera. La intención fue pasar del Censo Económico general a uno en particular y ofrecerle al empresario datos de referencia de su sector, pero desde tres perspectivas: económico sectorial, de política pública y desde el ámbito competencial de los organismos empresariales.
Los números se presentaron a empresarios, los difundió la revista Intercamaral y con ellos, Adecem gestionó ante la Secretaría de Economía Sinaloa la ejecución de un proyecto que atendiera parcialmente la problemática de 14 mil 165 abarrotes (actividad de la que dependen 84 mil personas), el cual fue posible con aportación del gobierno federal, estatal y empresarios. El piloto del programa fue “Mi Abarrote”.
El plan consistió en equipar 100 abarrotes con una computadora, caja registradora, escáner, impresora de ticket y software tipo punto de venta para que fueran mucho más productivos, mejoraran su competitividad y lograran más ingresos a través de ampliar los servicios al cliente, similares a los que ofrecen las cadenas nacionales.
Para lograr su cometido, Adecem contó con la ayuda de seis estudiantes del octavo trimestre de la carrera de ingeniería en Sistemas de la Universidad Autónoma de Occidente, campus Los Mochis. Ellos visitaron a 92 abarrotes ubicados en Ahome, de los cuales, 72 se localizaron en la zona urbana y 20 en las sindicaturas; también fueron a seis poblados o ejidos de El Fuerte, uno más en Cerro cabezón, Guasave y uno más en la zona urbana de Guamúchil, brindando capacitación y consultoría a las personas en el manejo del software y equipo, contribuyendo a reducir el lastre del robo hormiga valuado en miles de pesos vía el manejo de un inventario eficiente.