El Colectivo de Organizaciones y Empresarios  (CORE33) advirtió que la toma de casetas por parte de productores de maíz está afectando a empresas al retrasarles las entrega de suministros y por consecuencia les está generando pérdidas económicas que ya son incalculables.

El presidente de la Comisión de Industria, Miguel Loredo López, expuso la problemática en la reunión quincenal de CORE33, cuyo presidente en turno es Rafael Galeana Fregoso.

Loredo López aclaró que la postura de CORE33 no va en el sentido de oponerse a la lucha de los productores de maíz de obtener un precio más justo para la tonelada de este grano.

Sin embargo, expuso, el derecho de manifestarse de ellos, como los derechos de cualesquier persona o sector, termina cuando empiezan los derechos de terceros, que en este caso son las empresas e industrias que tienen procesos de producción muy definidos e incluso tiempos de entrega de su producción en plazos establecidos.

Cuando estos plazos no se cumplen, lamentó, las empresas, como proveedoras, son objeto de sanciones, pues los compradores no les interesan las causas por las cuales no se les surten sus pedidos en los tiempos acordados.

“Los daños son incalculables ya, y no nada más por las mercancías que están ahí descomponiéndose o que no llegaron a tiempo, porque todas las empresas pagamos consecuencias por el incumplimiento. Quienes tenemos la fortuna o la desgracia de trabajar para empresas grandes, ahí no puedes explicar por qué no cumpliste, nada más paga las consecuencias”, expresó.

Adicionalmente a ello señaló la situación de retrasos y costos que están padeciendo los choferes de los trailers cargados de mercancía que han quedado varados.

Ellos, dijo, a veces traen sus gastos muy medidos y el tener que gastar más en comidas y bebidas les genera un desajuste.

Incluso comentó que se observó que algunos choferes traían sus familias, pues como en sus viajes duran varias semanas fuera del hogar, en esta ocasión buscaron tener junto a ellos a sus hijos por la celebración del Día del Niño.

Miguel Loredo aclaró que esta postura no es para presionar a los productores, ni tampoco para las autoridades encargadas de atender a quienes siembran maíz.

Nuestro único interés, dijo, es que no se afecten los derechos de terceros, que en el caso del sector empresarial, está registrando pérdidas sin deberla ni temerla.