El fundador de Loredo Muebles defiende un modelo empresarial basado en la coherencia, el respeto y la felicidad como parte esencial del trabajo.
En el parque industrial Trébol, al sur de Culiacán, una planta destaca por su serenidad y constancia. Loredo Muebles y Equipos nació en 1989 como un proyecto familiar y hoy es un referente en la industria sinaloense por su calidad y su filosofía humana. Su fundador, José Miguel Loredo López, habla del liderazgo con la naturalidad de quien ha aprendido que dirigir no es mandar, sino inspirar.
“Mira, primero que nada, tienes que aprender a liderar. Hay que entender que la gente ya no quiere ser dirigida quiere ser inspirada… Hoy tenemos que ser capaces de poner el ejemplo, de darte cuenta que te están viendo, de no hacer nada que atente contra la susceptibilidad de la gente, pero sobre todo tratarlos como personas… que sientan algo de felicidad”, expresa con serenidad.
En lugar de órdenes, prefiere el ejemplo; en lugar de imposiciones, la coherencia. Para él, los empleados son colaboradores que merecen reconocimiento, propósito y un entorno donde puedan desarrollarse. En su empresa, la productividad se mide también en gestos: la disposición con la que se inicia la jornada o la sonrisa al final del día.
“El mercado te lleva muchas veces a lugares donde tú no tenías pensado hacerlo”, recuerda sobre su origen en la industria mueblera. Antes de fabricar muebles, trabajó con acero, y lo que comenzó como una necesidad terminó siendo vocación.
Mantener una empresa viva durante casi cuatro décadas no ha sido sencillo. Loredo ha sobrevivido a crisis económicas, devaluaciones, una pandemia y un entorno de inseguridad. Para él, la resiliencia es una disciplina. Su mensaje a otros empresarios es claro: la capacidad de levantarse después del golpe es tan importante como la de evitarlo.
Aunque su empresa acumula reconocimientos, evita hablar de éxito en términos de riqueza o expansión. Prefiere hablar de coherencia, bienestar y estabilidad emocional.
“Una persona verdaderamente exitosa es aquella que puede alcanzar sus objetivos sin perder su estabilidad emocional, sus principios o su sentido del deber”, expresa.
En Loredo Muebles, la confianza y la transparencia son pilares. Cada colaborador sabe hacia dónde va la empresa y se siente parte de ella. En un entorno donde lo desechable domina, su apuesta por la durabilidad se ha convertido en su sello. En sus talleres, el trabajo no solo fabrica muebles: construye sentido y pertenencia.
