Que una persona sea parte de un grupo social vulnerable no le hace irremediablemente ser vulnerable. Hay apoyos, hay programas, hay herramientas, especialistas y empresas que les pueden ayudar a hacer a un lado esa condición e integrarse al mercado laboral.
Estamos hablando del Departamento de Evaluación Laboral del Sistema Estatal DIF, que precisamente ofrece capacitación y oportunidades de empleo a personas en situación de vulnerabilidad.
Hacer referencia a este tipo de vulnerabilidad es hablar de personas con alguna discapacidad motora, auditiva, visual y de lenguaje. Y también de adultos mayores que quieren sentirse útil pero que por los años que tienen encima difícilmente les aceptan en alguna empresa.
El programa de trabajo de este departamento –que inició en 2003– es efectivo. Está demostrado. Ha impactado a la fecha a cerca de dos mil empresas.
Su objetivo es fomentar la cultura de inclusión laboral de las personas en situación de vulnerabilidad, promoviendo la igualdad de oportunidades y trato.
Asimismo, brindar servicios de evaluación para el trabajo, con el fin de favorecer la integración de estas personas a la vida social y productiva.
Quienes integran este departamento operan en el norte, centro y sur de Sinaloa y su trabajo se amplía incluso a padres o madres con hijos con discapacidad en custodia, así como también personas que viven con VIH.
El éxito del programa va de la mano de la voluntad de empresarios de aplicar una política de inclusión y con ello aceptar en sus plantillas laborales a personas en situación de vulnerabilidad que le sean enviadas.
RAFEL BELTRÁN ESPINOZA. ADULTO MAYOR BENEFICIADO
Don Rafael Beltrán tiene actualmente 73 años. Los últimos siete años los ha laborado en estacionamientos, en donde fue colocado por el DIF, luego de algunos exámenes que le hicieron para evaluar sus actitudes y habilidades.
“Estuve dos días yendo al DIF, donde me hicieron pruebas. Me colocaron unos tornillitos para ponerles sus roscas y viendo la capacidad de uno tanto visual como de movimiento… toda esa cosa. Y no dan calificación, sino que dan el visto bueno para que te contrate la empresa”, recuerda su experiencia de evaluación.
¿Por qué seguir trabajando aun siendo adulto mayor?
“Como le dije a mi hija: si me quedo aquí en la casa no duro mucho. Y me salí y ya este después, como soy viudo, me conseguí una señora y vivo con ella.
Afortunadamente aquí nos dieron la oportunidad de trabajar, pero sobre todo nos dan la posibilidad de que uno pueda seguirse desarrollando, ser útil”.
Recuera que cuando empezó a trabajar en el estacionamiento, primero estuvo en patio, cuidando que los autos se estacionen dentro de los cajones marcados, entre otras cosas. Y ya después me capacitaron en caja para cobrar y así fui poco a poco fui subiendo. Ahorita sigo en caja”.
El estacionamiento donde trabaja Don Rafael opera las 24 horas, con tres turnos. Él trabaja de dos de la tarde a 9 de la noche.
Comenta que en este estacionamiento, ubicado por la avenida Álvaro Obregón, todas y todos los trabajadores son adultos mayores.
“Lo importante es estar ocupado, tener la mente todo el tiempo activa”, dice mientras sonríe.
MECÁNICA DE TRABAJO
Para que este binomio Empresas-DIF funcione como debe ser, el Departamento hace una selección de las personas en situación de vulnerabilidad. Primero se toman sus antecedentes datos, historial clínico e incluso cómo se dio el proceso de su discapacidad, si es que la tienen.
Incluso se analizan sus perfiles sicológicos para tomar en cuenta sus aptitudes y actitudes que ayuden a definir en qué áreas de las empresas podrían tener un mejor desempeño.
Para un mejor resultado, se utilizan simuladores de herramientas que ayudan a medir resistencias, habilidades, destrezas y rendimiento físico.
Casos de éxito son varios en lo que se refiere a las empresas dedicadas al estacionamiento privado con servicio al público, las cuales solicitan personas que puedan desempeñarse como cajeras, encargadas de patio y otras actividades.
También resalta la alta participación que tienen algunas cadenas nacionales de tiendas de autoservicio y hoteles.
En el sector público también hay muchos casos de éxito, pues personas con alguna discapacidad han sido contratadas en ayuntamientos, Gobierno del Estado y Congreso del Estado.
De igual manera se ha logrado colocar en varias empresas a personas que se mueven en sillas de rueda.
En todos los casos, el Departamento se pone como meta enviar tanto a empresas privadas como a dependencias públicas a personas en situación de vulnerabilidad que cumplan con el perfil laboral que se requiere.
