El Colectivo de Organizaciones y Empresarios (CORE33) acordó establecer mesas de trabajo con la Coordinación General para el Fomento a la Investigación Científica y la Innovación del Estado de Sinaloa. (CONFÍE) con el fin de elevar los niveles de productividad y de competitividad de los distintos sectores productivos.
La presidenta en turno de CORE 33, Silvia Aidé Corral López, presentó en reunión de trabajo con el titular de CONFÍE, Carlos Karam Quiñónez, una serie de estadísticas que demuestran la baja productividad laboral de Sinaloa.
Precisó que por hora trabajada un trabajador de una microempresa genera 23.7 pesos a nivel país, pero en Sinaloa es de 21.2 pesos, un 10.6 por ciento menos.
Un colaborador de una pequeña empresa, agregó, genera 65.9 pesos por hora, respecto a 56.7 en Sinaloa. Es decir, – 14. 0 por ciento.
En la mediana empresa, añadió, la diferencia en Sinaloa es de – 19.6%, es decir, 75.3 pesos hora versus 93.7 nacional.
Y en las grandes empresas la diferencia es – 44. 7 por ciento. Es decir 177.9 estatal versus 321.6 del promedio nacional.
A lo anterior, la presidenta de CORE33 le sumó que, en cuanto al gasto en investigación y desarrollo, en 2013 los empresarios en Sinaloa invirtieron 336 mil 860 pesos en promedio, respecto a un millón 819 mil 208 pesos del promedio nacional, lo que colocó a la entidad en el lugar 22.
Silvia Aidé Corral resaltó que también es necesario fomentar la inversión en innovación, pues la experiencia demuestra que las empresas que lo hacen, registran una producción bruta mayor a las que no invierten.
Ante este panorama, expuso que CORE33, como colectivo empresarial, estableció el compromiso con el doctor Carlos Karam de construir una agenda que permita impulsar más inversión en el campo de la innovación tanto del sector privado como del gobierno para que los sectores productivos sean más competitivos a través de la innovación y el desarrollo tecnológico.
En su intervención, el doctor Karam Quiñónez reconoció que en Sinaloa desafortunadamente la mayor parte de la investigación se queda en los cajones de las instituciones educativas o centros de investigación y que por tanto poco impactan en la productividad y competitividad de los sectores productivos. Por ello reconoció que se debe tener una vinculación entre sectores productivos e investigadores para que cada vez se importe menos tecnología, que los investigadores trasciendan a sus instituciones y que las empresas puedan utilizar los productos y las tecnologías locales.