El Colegio de Arquitectos de Sinaloa y el Colegio de Arquitectos Luis F, Molina se sumaron a la exigencia del Colectivo de Organizaciones y Empresarios (CORE33) de que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ofrezca claridad y certidumbre y permita la reactivación de nuevas inversiones en el Centro Histórico de Culiacán.
En la reunión quincenal de CORE33, el presidente en turno, Rafael Galeana Fregoso, y el presidente del Patronato para la Revitalización de los Centros Históricos, José Valenzuela García, lamentaron que funcionarios del INAH mantengan la cerrazón y obstaculicen nuevas inversiones.
Tanto el presidente del Colegio de Arquitectos de Sinaloa, Juan Manuel Martínez Duarte, como Fernando Serrano Palazuelos, presidente del Colegio de Arquitectos Luis F. Molina, coincidieron en que falta más flexibilidad al INAH para aceptar nuevas inversiones en el Centro Histórico de Culiacán.
Incluso Martínez Duarte comentó que en su trayectoria profesional ya ha enfrentado problemas con el INAH para que aterricen inversiones en dicho centro histórico.
El presidente en turno de CORE33, expuso que en apoyo al Patronato para la Revitalización de los Centros Históricos recientemente se tuvo una reunión de trabajo con los titulares de la Secretaría de Desarrollo Económico y la de Desarrollo Urbano, para tratar de destrabar los permisos de construcción para una torre médica de siete niveles por la calle Miguel Hidalgo, y facilitar la construcción de una segunda torre en un terreno contiguo a la primera.
José Valenzuela explicó que en el terreno donde se construirá la primera torre había un hotel, mismo que fue derrumbado con permiso del INAH, y en donde se planea construir la segunda torre, hay otro edificio que el INAH afirma que es edificio histórico.
Sin embargo, presentó documentos institucionales del INAH donde se reconoce que en el Centro Histórico de Culiacán sólo hay seis edificios que forman parte del Catálogo de Edificios Históricos, en el cual no aparece el edificio que se pretende derrumbar para construir la segunda torre.
Pero además, agregó, con ese mismo pretexto de que dicho edifico es histórico, a pesar de que no está en el catálogo, ahora se utiliza como argumento para no entregar el permiso de construcción de la primera torre.
Ambas torres médicas se planea construirlas por la calle Migue Hidalgo, con las cuales se consolidará el “Corredor de la Salud” que se está impulsando en este sector, en el que se busca que toda la población pueda encontrar ahí todo servicio médico que requiera.
La cuestión de fondo, precisó José Valenzuela, es que un inmueble que no está catalogado como edificio histórico, es utilizado como pretexto por el INAH para detener nuevas inversiones en el Centro Histórico de Culiacán.